LA FILOSOFÍA DE NIETZSCHE.

INTRODUCCIÓN.

Nietzsche lleva a cabo una revolución estética que rompe con la filosofía tradicional, realiza una crítica a la moral, la religión y a las instituciones de cultura, planteándose de donde nacen los valores culturales. Presenta así un modo transvalorativo de entender la filosofía.

LA NOCIÓN DE VOLUNTAD DE PODER.

La voluntad de poder es una suprema determinación del ser es una dimensión creativa y auto afirmativa que permite una revolución de los problemas filosóficos tradicionales mediante la transvaloración de los valores históricos, ya que estos cambian a la vez que la sociedad, configurando y reestructurando así la realidad que se torna cambiante.

El concepto de voluntad de poder presenta dos términos: voluntad y poder que simplificado significa un querer ser tanto afirmativo como negativo, es un doble concepto, una voluntad de convertirse en señor y una debilidad.

La idea de voluntad es tomada por Nietzsche de Schopenhauer, el cual entendía la voluntad como un sustrato metafísico, un principio originario de la naturaleza transformada que desemboca en una ética pesimista. Esta idea es comparada con el Ello de Freud, ya que se considera a Schopenhauer como precursor del psicoanálisis.

El “poder” contiene tres nociones presentes ya en Aristóteles, estas tres nociones son las siguiente: dynamis “fuerza” entendida como la facultad para hacer algo, energeia “energía” entendida como la fuerza de autocontrol y, por ultimo, la entelecheia que es la esencia, la autoafirmación.

La “voluntad” es un querer ser que refleja la tensión del phatos, de lo real, que se afirma, existe y es, pero a su vez, se desmiente, se desmorona y se destruye.

Esta voluntad de poder es la esencia del ser, para poder llegar a conocer el fondo del ser Nietzsche realiza las cinco proposiciones sobre el arte.

LAS CINCO PROPOSICIONES SOBRE EL ARTE.

1-     El arte es la estructura mas transparente y mas conocida de la voluntad de poder.
El arte (Trust) es entendido como voluntad de poder, como una estructura que nos permite el acceso al ser de los entes, dicho acceso es nuestra vida ya que en ella se nos presentan los entes y mediante la representación dichos entes a través del arte podemos llegar al fondo del ser, ya que el arte es la representación mas cercana al ser y, por ello es la mas transparente.

2-     El arte debe ser entendido desde el punto de vista del artista.

A partir del arte y del artista podemos alcanzar el conocimiento del ser. El artista es tratado como creador y destructor, configurador y desestructurador, es el encargado de caotizar el orden creando y destruyen formas, por ello ser artista es el modo de acceso mas cercano al fondo del ser.

3-El arte según el concepto del artista es el concepto fundamental del ente.

El arte no es entendido como obra de arte sino como un proceso creativo que refleja la tensión del phatos donde emana el ser y para acceder al ser hay que experimentarlo viviéndolo y creándolo.

4-El arte es el movimiento contrario al nihilismo.

El nihilismo es la perdida de la virtud imperativa de los valores históricos y artísticos, dicha perdida se lleva acabo mediante el arte que crea y destruye los valores, esto es entendido como la contrapartida. La contrapartida es un principio creador que realiza una transvaloración de los valores históricos, destruyéndolos y creándolos dependiendo de la sociedad imperante, rompiendo así con el principio creador eterno y sustituyéndolo por la creatividad del hombre.

5-El arte vale mas que la verdad.

El arte vence a la verdad platónica porque realiza valores adecuados para cada sociedad, destruyendo así las verdades o valores universales que se establecían como eternas y transcendentes.

EL CONCEPTO DE EBRIEDAD.

El arte es situado en el cuerpo, se realiza una relación fisiológica respecto con el arte. Esta relación se presenta como una excitación que sufre el sujeto para poder llevar a cabo el proceso creativo, en consecuencia, es un estado fisiológico previo y necesario para poder realizar un proceso creativo, esto es conocido como ebriedad.
La ebriedad es esa condición previa al arte que presenta una fuerza creadora que le permite al artista ser mas sensitivo, teniendo así un efecto idealizarte que permite extraer los lazos de la realidad para poder configurarla. Dicha ebriedad la padece el cuerpo viviente, un cuerpo que siente, un cuerpo que quiere seguir siendo, un cuerpo que alcanza el estado dionisiaco de la vida queriendo ir mas allá de si mismo abriéndose a lo real. Es una condición previa al arte, pero no a un arte entendido como belleza, sino como una tonalidad afectiva que permite la comunicación entre el artista y el espectador, al cual se le permite dar un paso hacia ese juego apolíneo y dionisiaco presente en la voluntad de poder, en el pathos de lo real, para poder llegar al fondo del ser mediante este proceso creativo. Nietzsche realiza aquí otro giro copernicano, ya que en el que proponía Kant el sujeto pasaba a tener un papel activo poniendo las leyes al objeto.
La estética de Nietzsche, es una estética de procesos creativos donde el autor establece tres antinomias del arte:

1-     Lo creador es activo y reactivo, dado que, crea valores nuevos y destruye los caducos.
2-     Lo creador es plenitud e insatisfacción porque permite la apertura a lo real.
3-     Lo que mueve lo artístico es el deseo de fijar y de permanencia, pero a su vez es deseo de permanencia y transformación, es un querer ir más allá.
4-     ¿Contra qué Platón plantea Nietzsche su inversión al platonismo?

Nietzsche se presenta en contra del dualismo ontológico platónico que divide el mundo en dos, el mundo de las ideas: el ser, el bien, belleza, y el mundo aparente: Doxa, error, es un mundo devaluado con respecto a la cuota del ser. Dicho platonismo propone que para conocer con verdad el ente y su esencia hay que conocer la idea, es decir, para conocer el ser hay que mirar con la mirada del alma, a través de lo que percibo llegar al ser, un ser que se presenta como arquetipos de las ideas de lo real. Esta fisura antológica produce una fisura epistemológica, en la que el cosmos noetos representa el conocimiento del mundo de las ideas mientras que el mundo de la Doxa, es un mundo de opinión y de error, porque se basa en los sentido, es decir, en las copias de los arquetipos de las ideas. En este mundo el arte presenta el mínimo quantum de realidad porque es una copia de las copias de los arquetipos de las ideas. Platón se centra en el arte desde el punto de la idea eterna porque lo que busca es huir del devenir.
Para Nietzsche la apariencia es la realidad, al contrario que Platón, la cosa inmediata es lo mas real porque tenemos la certeza de que existe, mientras que de lo inteligible no lo podemos demostrar por ello no podemos afirmar que existe. Esta es la inversión platónica que hace Nietzsche, todo lo inteligible es indemostrable y el arte me permite sumergirme en el mundo de los sentidos porque puedo conocer a través de lo que veo.
Para Platón la belleza es lo mas amado y lo mas brillante, por ello al brillar tanto es lo mas amado. Esta belleza se presenta en el mundo inteligible y desemboca en el Eros, distinguiendo así entre belleza aparente y transcendente. Para Nietzsche no hay dos mundos y por tanto, tampoco hay dos bellezas, coexisten así verdad y error en el mismo mundo como una voluntad afirmativa y negativa.
Cuando hablamos de belleza en Platón hablamos de:
Tekné: referido a la técnica.
Melete: referido a las capacidades físicas.
Polesis: referido a arte en el sentido de producir.
Diké: arte como justicia.

El arte como justicia en tratado en La Republica donde el dialogo esta pensado para transmitir conocimiento, planteando la idea de conocer la verdad a través de los poetas porque los poetas también son conocedores de la verdad e ideas y mediante ellos se puede educar a los ciudadanos para que estos sean también conocedores de un conocimiento verdadero. Aquí entra en juego el concepto de mimesis, que son las formas de representación de una idea como reflejo y existiendo en el cosmos noetos.
Hay dos clases de productores de ideas, a estos productores se les denomina demiurgos que son aquellos que producen algo para el demos, en consecuencia, podemos encontrar al demiurgo klines que es aquel que reproduce las ideas y al demiurgo mimetes que es un artista imitador de copias, pero a través de las copias podemos acceder a la idea y esto es lo que es denominado por Platón como belleza, la ascensión del conocimiento en su teoría de los grados, una ascensión que se encuentra relacionada con su teoría metafísica, dado que, el conocimiento sensible pertenece al mundo aparente en el que encontramos todo lo relacionado con la Doxa y el error y, el conocimiento inteligible se encuentra relacionado con ese mundo verdadero en el que se encuentran las ideas. En conclusión, mediante el conocimiento de lo bello podemos conseguir llegar a la idea y a la verdad. Para Nietzsche esto constituye la historia de un error.

LA HISTORIA DE UN ERROR.

LA CRÍTICA DE LA MORAL.

El tema que mas preocupa a Nietzsche en la denuncia de los valores culturales es la critica de la moral para poder construir una filosofía del futuro. Esta critica esta ligada con la polémica de Sócrates y el platonismo por su estructura dualista de la metafísica que establece la diferencia de un mundo verdadero y otro aparente. Este dualismo, carente en el discurso científico, deja una imperfección en la existencia que lleva a una grave consecuencia, la culpa por la vida. La tarea de Nietzsche es criticar el planteamiento filosófico tradicional que presentan una culpabilidad por la vida. Nietzsche combatirá esto mediante una segunda transformación del espíritu que se puede ver reflejada en la figura de Zaratrusta, la cual desarrolla simbólicamente la lucha en un solitario desierto entre un león que pretende conquistar su libertad “yo quiero” y un dragón que representa la obligatoriedad categórica del “tu debes”. Una lucha entre un futuro desconocido y un pasado opresor y dominante, por ello es necesaria una critica de los valores morales guiada por el conocimiento de las condiciones y circunstancias en las que surgieron, se desarrollaron y se modificaron. Dicha crítica conlleva una renovación de lo entendido hasta ahora filosóficamente como critica, esta renovación conlleva unas consecuencias para la autoestima del sujeto y se presentara difícil para las categorías del pensamiento humano, dado que, los valores se han tomado como algo dogmático. Esta forma de entender la crítica es denominada por Nietzsche como genealogía.

LA GENEALOGÍA.

La genealogía es un nuevo planteamiento que intenta trazar una nueva investigación histórica de los modos de formación de los valores e ideas, es un cambio de perspectiva donde <<lo próximo>> muestra toda su riqueza de sentido.
Esta metodología histórica vértebra toda la obra crítica de Nietzsche, en la cual se revela una historia de verdades sin apariencia y cuyo objetivo es desfamiliarizarnos de nuestros prejuicios e ideas en el presente para relacionar nuestros valores con un pasado diferente lo que conlleva una transformación de la metodología ortodoxa utilizada por el historiador.
En Humano, demasiado humano se expone la fisura cultural y la contradicción sobre la que se fomenta porque los valores de la cultura proceden de aquello que niega, el hecho de la vida. Esta exploración genealógica no plantea una inversión sino una nueva problematización más cercana a la vida en la que es necesaria una transvaloración de los valores.
La transmutación de los valores no es una inversión simple y mecánica en la que a lo “bueno” hay que denominarlo “malo” y viceversa, sino que, es una reflexión y critica genealógica en la que se debe analizar los orígenes de los valores culturales para poder crear un hombre nuevo y unos valores acorde con él.
Esto nos deja un Nietzsche inmoralista, pero inmoralista desde el punto de vista de la moral dominante, por ello, aquí nace un nuevo moralista que analiza la moral como problema y reflexiona sobre los problemas tradicionales partiendo desde los nuevos límites de la moral. Desde este marco de problematización se debe entender la transvaloración de los valores y la genealogía como el punto de partida de una nueva moral en la que las interpretaciones cristianas nihilistas se han dejado atrás, aceptando y apreciando así la vida.
Para llevar a cabo este proyecto de la nueva moral es necesario realizar una critica al cristianismo, una critica que alcanza toda su intensidad en El Anticristo donde se interpreta la categoría Dios como un símbolo de una nada que priva de centro de gravedad a la vida. El tema del cristianismo va convirtiéndose en una obsesión para Nietzsche a medida que su desmoronamiento psíquico aumenta.
El cristianismo es todo discurso religioso y toda interpretación moral de la existencia y el propósito de nuestro autor es desatar el nudo expresado en el dilema <<Dios o la Nada>> dado que, la mayor parte de la filosofía se ha eregido sobre un valor máximo que oculta el vacío sobre el cual se edifica. La razón por la cual la vida se fomenta bajo un valor máximo es porque el cristianismo cree que la vida por si misma carece de sentido, por ello hay que buscar un presupuesto fuera de ella en un ser atemporal, eterno e infinito. Para realizar una crítica al cristianismo hay que tratarla además como una doctrina anarquista por su ideal de la salvación que se basa en la acentuación del sentimiento del pecado que lleva a despreciar la vida. Ante este problema Nietzsche propone el lema “quiérete a ti mismo, así llegas a ser tu mismo” resaltando así, la preocupación por el subjetivismo y el cuidado del cuerpo.
La autodestrucción del cristianismo tiene su origen según nuestro autor en el nacimiento del protestantismo que es la forma más impura de cristianismo existente.
Tras la crítica al cristianismo aparecen dos nuevos conceptos, el nihilismo y la muerte de Dios para terminar de desvalorizar la cultura de occidente.
El concepto de nihilismo lo podemos encontrar ya presente en la literatura de Dostoievski, en la psicología de Freud en su obra El malestar de la cultura, y en el socialismo de Marx presente en un su obra El desencantamiento.

EL NIHILISMO Y LA MUERTE DE DIOS.

El fenómeno del nihilismo lo podemos encontrar en los últimos escritos de Nietzsche, aunque el problema esta latente en toda su obra desde la publicación de El nacimiento de la tragedia donde se critica la figura y el pensamiento del Sócrates platónico, la critica se sostendrá en que el dualismo platónico es una estructura metafísico-moral dogmática nociva para el desarrollo integral y creativo de la vida. Este planteamiento es nihilista porque esta obligado a negar la realidad mas inmediata e interpretar el devenir como un error, es nihilista porque todos los valores creados por la cultura occidental son valores falsos que niegan la vida, presentan un esquema valorativo de una voluntad de nada impidiendo así la creatividad del hombre. El nihilismo implica una negación y una reactividad como proceso de autodestrucción de la cultura occidental.
Dios muere cuando el hombre ya no necesita creer que su salvación proviene de un alma inmortal y cuando el imperativo de verdad de la historia de occidente se prohíbe su propio presupuesto. La muerte de Dios es la consecuencia de un proceso milenario que arranca con Platón y termina con Nietzsche, figura de un heraldo de un nuevo futuro. Afrontar la muerte de Dios es perder la creencia en un dios religioso y poner entredicho las categorías filosóficas tradicionales. Afrontar esta muerte supondrá el nacimiento de un nuevo hombre.



EL SUPERHOMBRE.


El superhombre o Übermensch es una superación del hombre, dicha superación no es una autoconservación del individuo y tampoco es una reapropiación de lo perdido, sino que, muerto dios debe morir también la figura del hombre que hasta ahora lo ha necesitado para legitimarse de forma indirecta. El superhombre presenta una nueva forma de sentir resultante de la transvaloración de los valores que van mas allá del cristianismo y pone fin al marco moral de la metafísica occidental, poniendo en su centro de gravedad su potencia creador para poder deshacer las malas costumbres y las falsas opiniones, siendo un nuevo hombre que ya no se siente culpable por el poder de su voluntad, un hombre que acepta y aprecia la vida abriendo así un horizonte cultural.

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