La desnudez y la mujer.
Después de tanto tiempo alejada del blog, retomo la escritura para reivindicar un tema muy importante en la sociedad actual: los desnudos que realizan las mujeres. Esta tarde me encontraba visitando las historias de los perfiles de Instagram, en una de las historias aparecía un mensaje reivindicativo de una mujer que tenia por esencia de mensaje algo parecido a esto "la sociedad es muy ignorante, nacemos desnudos, no soy guarra ni puta por haber hecho sesiones de fotos en ropa interior". Este mensaje me ha hecho pensar sobre la posición social que toma la mujer en el tema del desnudo, seguramente que la mayoría de las criticas que ha recibido esta chica sean de mujeres volviéndose locas y llevándose las manos a la cabeza porque sube unas fotos a su perfil ¡espantosas! enseñando el culo o las tetas por el amor de Dios menudo sacrilegio, quemémosla en la hoguera porque desde luego está sembrando una fama que nos desvalora a las mujeres. Bien, pues siento deciros a todo este colectivo de mujeres que os habéis encontrado de frente con el error, porque gracias a mujeres que no se avergüenzan de sus cuerpos y aman su desnudez, la sociedad a evolucionado notablemente porque gracias a esas mujeres se puede conseguir que incluso las mentes más cerradas se habrán como los capullos en primavera. A las mujeres que no tenemos que dar las gracias son a aquellas que siguen manteniendo la mente cerrada al progreso, pero la boca muy abierta para la ignorancia, sí, la ignorancia ese mal que ha hecho que se comentan grandes atrocidades en el mundo.
Las mujeres no somos unas putas ni unas guarras por querer enseñar nuestros cuerpos, no todas las mujeres quieren llamar la atención de los hombres, no usamos la ropa que usamos para que los hombres no dejéis de mirarnos, llevamos la ropa que llevamos porque nos sentimos guapas, bellas, atractivas, cómodas, rebeldes y valientes. Y si decidimos quitarnos la ropa, a lo mejor, no es para que mentes enfermas nos miren y causar el efecto de calentar alguna que otra bragueta. Quizás, lo hacemos porque tenemos calor, porque queremos ponernos morenas, porque nos molesta la ropa o porque queremos demostrar que la belleza no es aquello que se ve por fuera porque todo eso se pudre, se muere, se desvanece, pero todo aquello que cultivemos dentro de nuestra mente no se atrofia, quizás nos quitamos la ropa por rebeldía y valentía, quizás porque estemos cansadas de tanta tontería y de tanto machismo que nos ha tenido oprimidas durante tantos siglos a lo largo de la historia. No importa el por qué lo hagamos, lo que importa es que entendáis que el cuerpo es nuestro y podemos hacer con él todo aquello que nos dé la gana, siempre y cuando no dañemos al que tenemos al lado ni le coaccionemos su parcela de libertad. Podemos hacer lo que queramos mientras tengamos claro que nuestra libertad termina donde comienza la de otro.
Ahora bien, estoy a favor de este tipo de empleo o uso que se le da al cuerpo, pero en absoluto estoy a favor del empleo que le dan al cuerpo las campañas de marketing, las tiendas de ropa, los cánones de belleza y todas aquellas formas de expresión que llevan consigo el lema imperante de que la mujer es un instrumento que sirve para el reclamo de los hombres. No apoyo ni defiendo el ámbito instrumental del machismo para con la mujer. Esto quiere decir que, defiendo a todas aquellas mujeres que desnudan sus cuerpos bajo una libertad que no se encuentra determinada por la voluntad de otro, es decir, yo me desnudo conservando mi dignidad como persona, no la pierdo por el simple hecho de querer satisfacer las normas de conducta social establecidas en la actualidad porque quiero reafirmar o confirmar mi pertenencia a un grupo social porque no podría soportar el rechazo. Un ejemplo que me ayudará a explicar mejor el concepto es el siguiente: hace unos días leí un artículo que decía que el 70% de la población japonesa no mantenía relaciones sexuales, sí, habéis leído bien el 70% de los japoneses prefiere acariciar gatos o ver videos porno a mantener relaciones sexuales con una mujer. Esto no quiere decir que los japoneses se encuentren en una situación de abstinencia sexual, sino todo lo contrario, la mujeres son una mercancía muy demandada en Japón. Sí, los hombres prefieren masturbarse, pero necesitan mercancía y espectáculo para ello, en consecuencia, se utiliza a las mujeres como un instrumento de reclamo para ganar dinero, la industria del sexo necesita a las mujeres para crear a su imagen y semejanza todo tipo de artilugios sexuales y, claro está que, en unas condiciones laborales muy precarias y abusivas. No quiero decir con esto que esté en contra de todas aquellas mujeres que se dedican a la industria del sexo, hay muchas mujeres que en los países occidentales se dedican a este sector y a mí me parece admirable, es más difícil ser actriz porno que futbolista o médico, dado que, la primera es una profesión muy poco aceptada por la sociedad y para mí las mujeres que desean ese tipo de profesiones porque les gusta y tienen el valor para enfrentarse a toda sanción social pues a mí me parece muy digno de aplaudir. Pero, recordemos que en estos países asiáticos, lo que se está haciendo es simplemente utilizar a la mujer como si de un juguete se tratase y cuando tú usas a alguien, lo único que fomentas es que dicha persona pierda toda su dignidad porque la estas sometiendo a tus intereses particulares para satisfacer tus ansias de generar dinero. Dichas ansias implacables de conseguir que la caja nunca pare de sonar lleva a muchas mafias a vender mujeres para luego prostituirlas.
La finalidad de este artículo es que comprendáis que a las únicas personas que tenéis que complacer es a vosotros mismos, no gastéis el tiempo en agradar a los demás, no sois propiedad y objeto de deseo de nadie, tenéis el privilegio de vivir en una sociedad, que aunque esté un poco viciada y oprimida, os concede la oportunidad de romper los esquemas y revolucionar el mundo a vuestra manera porque os brinda la oportunidad de acción y de palabra para poder luchar por una posición social mejor que a la que hasta ahora hemos tenido, si vosotras mujeres no alzáis vuestras voces y rompéis las cadenas del miedo: millones de mujeres seguirán muriendo a causa del copyright que los hombres dejan en nuestro cuerpos, nos seguirán maltratando con palabras como puta, guarra, zorra, ligera de cascos y otras barbaridades, seguirán comerciando con nuestros cuerpos, obligándonos a ser princesas, llevar vestidos, zapatos, maquillaje y retocar nuestros cuerpos porque nos adoctrinan a limpiar toda impureza o imperfección de nuestros cuerpos para gustar a los demás. MUJER DESPIERTA, PORQUE SÓLO POR SER MUJER YA ERES PERFECTA. RECUERDA QUE TÚ ERES FUENTE DE VIDA Y TÚ CORAZÓN ES COMO EL OCÉANO, EN EL SE GUARDAN LOS MEJORES SECRETOS.
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