Obama, ¿héroe o villano?
Tras ocho años al frente de la Casa Blanca, Obama pone fin a su
legislatura como Presidente de los EE.UU. un largo periodo que deja
una Administración realmente vacía de contenido, pasará a la historia como el
primer presidente negro, pero, lamentándolo mucho, no será un presidente histórico,
no será recordado por una gran Administración. Su famoso eslogan de campaña “Yes,
We Can” es un mensaje muy bonito y esperanzador, pero se ha convertido en una
gran mentira que ha coronado a su emisor como el rey de la decepción. Obama es
un elemento simbólico que supone el triunfo del movimiento negro- aunque
siempre se le haya acusado de no ser lo suficientemente negro para los negros
ni lo suficiente blanco para los blancos-con un legado vacío, su presidencia es
un mensaje que degrada de manera constante la política porque su discurso tiene
una capacidad de acción nula. Quiso ser la parte moderada entre los extremos democráticos
y republicanos cuando una Administración nunca puede ser neutral. Si trasladamos
esta situación a nuestro país, sería como si PP y PSOE dejasen a un lado su
antagonismo o rivalidad para mezclarse, algo imposible en política.
Este episodio político nos deja un amargo sabor de boca porque se ha
perdido la oportunidad de lograr una coalición democrática, de poner fin al
sistema económico global, del cierre de la cárcel de Guantánamo que, en la
actualidad, sigue teniendo 61 presidiarios. No se ha realizado una reforma
sanitaria y, tampoco, se ha conseguido una reforma para la inmigración debido a
que su propuesta de ley fue bloqueada por la Corte Suprema. Las guerras en Medio
Oriente no han cesado todavía y, tras 14 años de duración, su agujero económico
asciende a 600 millones de dólares, esta brecha ha provocado el pacto nuclear
con Irán, pacto que se sustenta en las siguientes razones: la oposición de Irán hacia el Estado Islámico hace que pueda convertirse en un aliado de
Estados Unidos en la lucha contra el grupo terrorista. La preocupación
de EE.UU. por la vulnerabilidad energética de Europa, Washington quiere
poner fin a la dependencia del gas y petróleo ruso y, espera que Irán se
convierta en el nuevo proveedor de recursos para Europa. La retirada de las
tropas en Medio Oriente y su sustitución por aviones no tripulados han causado
la muerte al 88% de la población civil, ante esta noticia Obama declaró que
este medio provocaba menos muertes que las guerras convencionales. Este
testimonio deja a mi parecer una extraña conclusión, ¿cuantos civiles matan los
soldados en una guerra?
Un aspecto positivo de esta gestión gubernamental podría
ser la toma de relaciones con Cuba. Parece que Obama en el último mes del curso
ha decidido dar el empujón final para ver si podía aprobar la asignatura de
Presidente de los EE.UU. pero, pese a sus esfuerzos, la calificación final
obtenida va a ser un suspenso, me da mucha pena que ese suspenso sea su conclusión
final, pero es que todos sabemos que para aprobar una asignatura debemos
trabajar de forma constante durante el periodo académico. Recuperar el contacto
con Cuba no es una heroicidad, puede parecértela si no sabes que la población latina
de Nuevo México debería votar a los demócratas y resulta que hay un empate
entre los votos republicanos y demócratas. Además, la población cubana de
Florida odia a los demócratas porque les han ido metiendo el argumento
republicano sin darse cuenta. Si somos futuristas y pensamos, no sé, dentro de
diez o veinte años sacaremos un beneficio de este nuevo pacto porque las nuevas
generaciones son más aberturistas. Pero, teniendo un balance de sucesión que
oscila entre Trump o Clinton me parece que es una toma de contacto que se aleja
bastante de la heroicidad.
Quiero darle un énfasis importante a este
siguiente punto que voy a tratar, Obama iba a suponer la emancipación de los
afroamericanos, iba a erradicar la formula “eres negro, entonces presidiario”. Todo
ese odio y humillación hacia la raza negra iba a terminar porque ya el negro había
conseguido llegar a la Casa Blanca, entonces, la Casa Blanca dejaba de ser
blanca para convertirse en otro color, quizás el color de chocolate con leche o
algo así. La llegada de ese hombre negro suponía saborear la libertad, la
justicia y la igualdad de tantas generaciones de raza negra que habían estado
dominadas por el hombre blanco, se convertían, por fin, en personas completas
titulares de dignidad y respeto en el sentido más kantiano de las palabras. El deber
de Obama era terminar de construir los sueños de Martin Luther King, no era en ningún
caso tirarlos por tierra. Tenemos que huir de la concepción de que el mandato
de Obama ha sido bueno porque no es Bush, es cierto que Bush fue un presidente
un tanto peculiar, sin embargo, esa peculiaridad no está vacía de actuación política
como le pasa a Obama. Yo no estoy en la Casa Blanca ni en el Pentágono, no sé
realmente lo que hacen en esos lugares tan enigmáticos, veo la experiencia práctica
que me entregan los medios de comunicación -corruptos todos- y en base a la información
que me entregan puedo augurar que el actual presidente es algo así como el
chico que lleva los cafés a los que realmente han tomado las decisiones en su
mandato. Este llevar y traer cafés a los verdaderos jefes le ha producido una
gran frustración a Obama, lo que le ha llevado a envejecer mal y tener el
cabello bicolor, puedo decir esto porque tanto las cadenas de televisión como
de periódicos si me han dejado observar como uno de los hombres más famosos del
mundo se hacía viejo en un sillón del ansiado Despacho Oval que estaba ocupado
por la sombra de una persona, pero cuya sombra no corresponde con la de Obama. Dicha
sombra ha debido de ser blanca, una blancura tan astuta que ha conseguido hacer
creer que lo negro podría salir de su papel convencional y ocupar el espacio de
un cualquiera. El problema es que nadie deja de ser marioneta si no se cortan
los hilos que te unen a la mano que te mueve.
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