FRANCO, CADA DÍA MÁS MUERTO.
Quien olvida su historia está
condenado a repetirla, y esto es lo que nos está sucediendo a nosotros sin
apenas darnos cuenta. Últimamente, las noticas están plagadas de reportajes
cuyo tema es la retirada de los monumentos históricos de la época franquista
española. Monumentos que forman parte de nuestra historia, que cuentan quienes
fuimos y quienes somos en la actualidad, están siendo tratados con gran desprecio
por parte de la población, y no entiendo cuál es el problema de que esas
producciones artísticas desaparezcan de nuestras vidas, ¿Por qué queremos
olvidar? No sé, creo que hay otros países como Alemania que no han destruido
los resquicios de la época hitleriana y que tienen muchos más motivos que
nosotros para avergonzarse de esos tiempos terroríficos que vivo la humanidad,
pero no lo hacen. Ellos no quieren olvidar quienes fueron, asumen su pasado y
lo exhiben al mundo para que conozcan su historia, Alemania no destruye el muro
de Berlín, la calle Wilhelmstrasse: en el centro de Berlín se
encuentra esta calle que va desde el boulevard Unter den Linden hasta
Stresemannstrasse. A lo largo de Wilhelmstrasse se encontraban los diversos
edificios donde funcionaba el gobierno nazi. En el número 8-9 se encontraba el
Ministerio de Propaganda de Joseph Goebbels. La Oficina de Asuntos Exteriores
funcionaba en el número 73 y el Ministerio de Agricultura estaba en el 72. El
único edificio nazi que se mantiene en pie se encuentra en Wilhelmstrasse 81-85
y era ocupado por el Ministerio Transporte Aéreo, que actualmente es el
Ministerio de Hacienda alemán. El campo de Concentración de Sachsenhausen: en las
afueras de Oranienburg, una ciudad a 35 kilómetros de Berlín. El Memorium Nürnberger Prozesse: es el
Memorial de los Juicios de Núremberg, mediante los cuales se juzgaron a
los mayores oficiales nazis. El holocausto. Todos y cada uno de estos lugares recuerdan lo que fue la época de
Hitler, forman parte de la historia, una historia en la que murieron millones
de personas por la locura de una sola, lejos de olvidarlo deberíamos recordarlo
para no caer en el mismo error.
En otros lugares como en Egipto
tampoco derriban las pirámides, son un lugar turístico. La población autóctona podría
protestar y manifestar un gran descontento por la permanencia de esas grandes
obras de arte, su alegación podría estar fundada en que los faraones eran
figuras autoritarias y esclavizaron a los albañiles de esas grandes
producciones, entonces como recuerdan una época de esclavitud lo más coherente
seria destruirlas. O mejor, podrían alegar que como en las últimas décadas se
ha especulado que las pirámides han sido construidas por aliens pues que se
sientes muy ofendidos porque se les relacione con ese tipo de sucesos y es
mejor destruirlas.
En España, cuando las personas
ancianas que vivieron la guerra civil y la época franquista fallezcan ¿Quién dará
voz a esa etapa de la historia? ¿Quién nos enseñara nuestras raíces por
nefastas y horribles que sean? ¿Cómo podremos observar una evolución en las
mentes humanas? Apenas en la época académica ordinaria se estudian estos
acontecimientos, no se le da importancia a un periodo histórico español que
estuvo marcado por la falta de libertad, expresión, pensamiento, creación artística,
científica o literaria. Si nosotros permitimos que se callen las voces de
nuestro pasado estaremos oprimiendo a una época que tiene muchas cosas que
enseñarnos. Puede o seguramente que las ideas del dictador Francisco Franco no
fueran las más adecuadas para el pleno desarrollo de la personalidad de los
seres humanos, pero existieron y nuestro deber es descubrir como las mentes
humanas pueden llegar a convertirse en dictadoras, debemos descubrir que es lo
que ciega tanto al hombre como para acabar con 6 millones de judíos o para
asesinar todo aquello que parece desigual o se sale de lo convencional. Muchos pensareis
que es miedo a lo desconocido, pero ese miedo es combatido por el hombre
mediante la herramienta del mismo miedo o terror aplicado de manera radical y mortífera.
Si nosotros usamos el terror para soterrar una época que produjo terror porque
tenemos miedo a lo que nos podemos encontrar, entonces deberíamos plantearnos
si realmente nos alejamos de aquello que llamamos dictador. Un dictador no solo
mata personas, sino también las mentes más brillantes que pueden aportar algo
de luz a lo desconocido.
No defiendo a las personas cuya ideología
es de carácter fascista y les lleva a cometer actos que atentan contra la vida, seguridad e integridad fisica o moral pues la realizacion de ese tipo de actos debe ser castigada con las penas pertinentes que la ley establezca, no comparto su visión de entender la vida, pero,
aunque a mí me parezca una aberración de pensamiento, disfruto intentando
entender cuáles son las causas por las cuales sus mentes les dicen que ese es
el conocimiento más verdadero. Para que un sistema sea justo o eficaz debe ser
comparado con otro, quizás esa comparación no nos dice la justicia o eficacia
verdadera de las cosas pues, a veces, los roles de justicia dependen de las
lentes con las que miremos por eso no todos los pensadores coinciden en las
mismas ideas. Sin embargo, todos coinciden en que la justica, la igualdad o la
eficacia existen.
Podríamos también pedir que todas
las pinturas prehistóricas que retratan la caza como ocurre por ejemplo en las
cuevas de Altamira sean borradas de nuestra historia porque recuerdan que el
hombre fue un asesino de animales por su supervivencia.
En nuestro planeta hay millones
de producciones artísticas que fueron rechazadas por su época porque
representaban valores no acordes a la sociedad y que hoy en día se las tiene
por obras de arte de tan enorme calibre que nadie se plantea su destrucción sino
todo lo contrario; su conservación. El Estado español no tiene por bandera los
valores de la dictadura franquista, los valores de nuestro país son: libertad,
igual, justicia y pluralismo político. Estos cuatro valores son una frontera utópica
que nuestro país intenta conquistar, puede que nunca lo consiga, pero el hecho
de que no los alcance no tiene nada que ver con los monumentos franquistas.
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